A vísperas de compartir los doscientos años de vida institucional de nuestra vieja casona, tenemos el grato honor de darles la bienvenida, a la página oficial de información y comunicación de nuestra pontificia institución educativa.

A las varias generaciones de pichincheños, nos ha tocado construir y escribir la historia, desde “El beso del ídolo” de Guzmán de Rojas, hasta las sagradas notas del himno nacional de Bolivia, que Ignacio Sanjinés sancionó inspirado en los pétreos muros de la vieja casona, han tenido de una u otra forma un paso naciente en rojo y blanco, haciéndose espacio de entre las entrañas de la casona inmortal.

Hablar de las múltiples, personas, hechos, y relaciones que encuentran su paso o su nacimiento en el Colegio Nacional Pichincha, exige algo más que las certeras letras de bienvenida, por lo que esperamos que éste espacio motive y despierte la curiosidad de las nuevas generaciones de pichincheños interesados en conocer el árbol genealógico que une las viejas generaciones y tradiciones de pichincheños que han pasado los fríos inviernos entre las arquerías, hablando cada recreo de política, deporte, tecnología, desarrollo, cultura, etc.

Éste es un encuentro, una reconciliación responsable, con nuestra historia, cultura y principios que se han forjado en el espíritu de cada pichincheño.

El desarrollo socio-cultural nos exige, generar un ambiente de armonía, y equilibrio entre la acepción cultural de antaño, y forjarla con las nuevas formas culturales post-modernas que generen síntesis que caractericen a cada generación productora de cultura y conocimiento, promocionarlas y perpetuarlas en un sin fin de sincretismos que construyan cada día la cultura pichincheña.

Cada vez que vean un pichincheño, haciendo rap con charango, a un futbolista bailando C’kalcheños como celebración de un gol, o a las letras de un poeta rimar rojo y blanco, con la lírica acida y dura de la poesía pop moderna, ahí está un pichincheño, innovando.

Pichincheños del mundo, de corazón, ex alumnos, padres de familia, docentes, y quienes nos acompañan en espíritu desde el más allá.

Sean bienvenidos.